Ucranianos bajo los bombardeos: «España sólo nos apoya con palabras y necesitamos material militar»
«Nos hemos levantado a las 5 de la mañana por el ruido de un bombardeo a 500 metros de mi casa. Querían destruir un aeropuerto militar pero se equivocaron. Por suerte, a esas horas no había nadie por la calle». Con esa crudeza se expresa, en un perfecto español, Oleksii Otkydach, un joven de 25 años desde Kiev, en conversación con OKDIARIO.
En el mismo sentido, Natalia Partolenko, profesora de español en la capital ucraniana muestra su pesar. «No podemos hacer nada. Sólo nos queda esperar a que esto mejore», indica. Durante la crisis de 2014 mantuvo su rutina diaria. No obstante, en esta ocasión, tras las decisiones de Vladimir Putin, no ha tenido más remedio que quedarse en casa.
Por otra parte, hablamos con Victoria Karailieva, profesora de yoga en la misma ciudad. Al igual que los otros dos compatriotas descarta de plano salir del país. «Ésta es nuestra patria, aquí tenemos a nuestros parientes. Nos vamos a quedar aquí», comenta. Como el resto de entrevistados muestra orgullo de ser europea.
«¿Que si estamos con ánimo? Sí, estamos muy animados. Ya hemos pasado por esto una vez, en 2014. La gente dice que no vamos a huir como entonces. Yo tengo dos amigos que hoy han ido a enrolarse en las fuerzas de defensa. No han podido porque había una cola muy larga pero se han ido a otra ciudad a intentarlo», explica el joven Otkydach. «Yo soy de Crimea y mi novia de Donetsk, tenemos muchos familiares que lo están pasando mal», apostilla.
Por otro lado, destaca que la población tiene cierto pesar con países como España que no se vuelcan en enviar material humanitario o militar a Ucrania. «Buena parte de Occidente, como España, sólo nos apoya con palabras y eso no sirve. Necesitamos material militar para defendernos de Rusia», expone.
«Estamos en pánico»
Por su parte, Tania Аhrancknn, profesora de español, tiene «pavor». «Estamos todos muy estresados, estamos en pánico. En cada momento empiezan a sonar las alertas antimisiles y tenemos que salir corriendo al metro. Vivo cerca de la frontera, aquí han bombardeado el aeropuerto y la base militar», relata.
«Es el peor momento de mi vida. No hay nada peor que alguien te despierte a las seis de la mañana diciendo que ha empezado la guerra y tienes que recoger tus cosas y estar preparada para todo. Por ahora no pienso en salir de Ucrania, a no ser que la situación se empeore. Es mi casa, aquí tengo mi familia, no quiero y no puedo salir del país. Toda esta situación es horrible, parece una pesadilla, pero no puedes despertarte», agrega. Esta profesora tenía un filo enseñando español. En su biografía dice: «Hablarás español desde la primera lección. Entenderás La Casa de Papel y Élite».
«Ucrania siempre ha sido un país pacífico. Nunca había estado en guerra desde que acabó la Unión Soviética. Pero eso cambió en 2014. Los rusos quieren algo de nosotros y no nos respetan. Estamos muy enojados», concluye esta joven.